Un hombre quiere colgar un cuadro. El clavo ya lo tiene, pero le falta un martillo. El vecino tiene uno. Así pues, nuestro hombre decide pedir al vecino que le preste elmartillo. Pero le asalta una duda: ¿Qué? ¿Y si no quiere prestármelo? Ahora recuerdo que ayer me saludó algo distraído. Quizás tenía prisa. Pero quizás la prisa no era más que un pretexto, y el hombre abriga algo contra mí. ¿Qué puede ser? Yo no le he hecho nada; algo se habrá metido en la cabeza. Si alguien me pidiese prestada alguna herramienta, yo se la dejaría enseguida. ¿Por qué no ha de hacerlo él también? ¿Cómo puede uno negarse a hacer un favor tan sencillo a otro? Tipos como éste le amargan a uno la vida. Y luego todavía se imagina que dependo de él. Sólo porque tiene un martillo. Esto ya es el colmo. Así nuestro hombre sale precipitado a casa del vecino, toca el timbre, se abre la puerta y, antes de que el vecino tenga tiempo de decir «buenos días», nuestro hombre le gritafurioso: «¡Quédese usted con su martillo, so penco!»
lunes, 30 de mayo de 2011
¿Para qué amargarse la vida?
Ser altruista
Tardes de danzón
Un cambio para México
¡Qué ganga!
domingo, 3 de abril de 2011
Psicología del mexicano.
jueves, 31 de marzo de 2011
Estrés hídrico
En los últimos años, nuestro país pasó de ser un México con abundantes recursos hídricos a un país que se encuentra en estrés hídrico, fueron palabras de nuestro presidente Felipe Calderón en la pasada celebración del Día Internacional del Agua.
A veces es curioso viajar al interior y ver los techos repletos de tanques negros, mejor conocidos como Rotoplas, y es que en el interior se sufre más por la falta de agua en comparación con lo que todavía no nos ha tocado sufrir aquí. Me preocupa que llegue el día en el que será necesario realizar todas las labores de la casa y actividades de higiene en las que se requiere agua en un rango de no sé cuantas horas que se establecerían, ya que sólo durante ese periodo de tiempo sería posible tener acceso a este indispensable recurso natural. Es aquí cuando se comenzará a recurrir a la compra de tanques para almacenar agua en cisternas, lo cual de alguna manera al limitarnos nos haría más concientes del valor que tiene y de la necesidad de cuidarla, y como sucede, no nos quedará más que adaptarnos. Lo que me mortifica es el observar día a día, escenas de un tremendo desperdicio de agua, desde el camino a mi casa, en la calle, en mi escuela, en todas partes. Generalmente yo suelo tomar acción al ver una situación que así que no me deja tranquila, desde mi casa comienzo el día ahorrando agua, algo que todos y cada uno deberíamos de hacer. Tan sencillo como comprar un balde y tenerlo dentro de tu bañera para reutilizar el agua que no usas al esperar el agua caliente y usarla en el retrete.
Acciones como éstas deberíamos de tomar cada miembro de la comunidad para no entrar a las estadísticas que nos mencionan algunas noticias. El estrés hídrico nos dice que -por cada individuo debe existir cierta cantidad de agua en metros cúbicos por año para que así se realicen de manera satisfactoria cada una de las actividades en torno al ser humano-. Que estemos debajo del rango se debe, según esto, a que nos encontramos en una zona árida, mientras que en todo México el rango es de 4 mil metros cúbicos por año, en Mexicali nos encontramos en 1 700 metros cúbicos, lo cual se considera un rango aceptable, así lo considera el Sr. Director de Programación de la Comisión Nacional del Agua. Esto me molesta de las noticias, o más bien de aquellos que comunican en ruedas de prensa la gravedad de situaciones a las que todos estamos expuestos como población y habitantes de este planeta, y es que al decir que todo marcha bien, que está estable, dentro del rango, no hay de que preocuparse, es como si te dieran permiso de seguir haciéndolo a sabiendas de que en realidad las cosas empeoran. Siendo que después vendrán a decirnos que nos encontramos en problemas porque no hubo un correcto aprovechamiento, un desperdicio, que nadie tomó las medidas necesarias para conservar este recurso que nos mantiene vivos. Y será cuando este día llegue cuando todos se darán cuenta de la importancia de advertir desde antes de que todo empeore, aplicar medidas, tomar acción antes de que sea demasiado tarde.